Saga La Era de los Cinco Dioses - Trudi Canavan
1.la sacerdotisa blanca
Cuando Auraya fue elegida para ser sacerdotisa, nunca hubiera podido imaginarse que apenas una década después se convertiría en una de los Blancos, los representantes más poderosos de los dioses. Desgraciadamente, Auraya goza de poco tiempo para acostumbrarse a los poderes mágicos excepcionales que le otorgan esas divinidades. Unos misteriosos hechiceros vestidos de negro han llegado desde el sur para acosar a su pueblo, y corren rumores de que se está levantando un ejército para desafiar a los Blancos. Auraya y sus nuevos compañeros tendrán que obrar incansablemente para sellar alianzas y para unir los pueblos del continente del norte bajo un mismo estandarte. Se avecinan tiempos de guerra, y si Auraya no logra dominar sus nuevas dotes mágicas a tiempo, ni siquiera el apoyo de los dioses será suficiente para salvarlos.
2.la hechicera indomita
Siguen las aventuras de Auraya en un universo de magia, heroísmo, divinidades enfrentadas y amor prohibido. Aunque gracias a ella los Blancos salieron victoriosos de la batalla contra los Pentadrianos, Auraya está lejos de sentirse feliz y satisfecha. Durante el día sigue intentando incansablemente reconciliar a los tejedores de sueños paganos con los sacerdotes, mientras que noche tras noche vuelven las pesadillas: el recuerdo de los muertos y el calvario vivido por el pueblo Siyee la atormentan. Por si fuera poco, del único que se fía para ayudarla ha desaparecido sin dejar rastro. A pesar de haber muerto hace mucho tiempo, el legendario tejedor de sueños Mirar sigue vivo a través de sus pensamientos, que habitan en la mente de Leiard. Este se ha visto obligado a huir a las montañas en compañía de Emerahl, una hechicera muy poderosa que bien podría ser la última de los Indómitos. Valiéndose de sus prodigiosas dotes mágicas, Emerahl ayudará a Leiard a desenmarañar el insólito embrollo de evocaciones ajenas que conquistan su mente. Lo que acaban descubriendo podría cambiar su vida, y también el mundo, para siempre…
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